Felipe el que se dirige a Jesús y le dice: Señor, muéstranos al Padre y nos basta.
Jesús le contestó: Felipe, ¿tanto tiempo como llevo con vosotros y no me has conocido? El que me ha visto a mí ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las palabras que yo os digo, no las hablo por mí mismo. El Padre, que está en mí, realiza sus obras.
Creedme: Yo estoy en el Padre y el Padre en mí, y si no, creed por las obras mismas
También a nosotros nos dice Jesús: ¿tanto tiempo llevo ya
contigo y no me conoces?
Es verdad, Jesús. soy cristiano, discípulo tuyo, desde el
Bautismo, y todavía no te conozco bien. Porque si debo ser otro
Cristo, no me basta con tener un conocimiento superficial de tu vida
y de tus palabras. Tengo que conocerte mucho mejor, tengo que
saber hasta los más pequeños detalles de tu existencia y de tu
doctrina, de modo que en las diversas situaciones en las que me
encuentre, vengan a mi memoria y me señalen el camino. Sólo así
me iré identificando contigo.
Un propósito que trataré de cumplir a partir de ahora: leer y
meditar el Evangelio todos los días.
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