miércoles, 2 de enero de 2013

El Espíritu de Jezabel

El espíritu de Jezabel, es atraído principalmente por personalidades proféticas. Suele mostrarse con mayor frecuencia en el género femenino, este espíritu también influye en hombres. 
Este es un espíritu tóxico para la iglesia y muy difícil de detectar en las primeras etapas. Puede esconderse en personas ungidas, dotadas, amistosas, trabajadoras, que parecen ser una respuesta a la oración. Inicialmente, cuando una persona así aparece en una congregación, la gente suele entusiasmarse, porque parecen tener un altísimo potencial para el ministerio. Pero cuando se le quita la fachada, el barniz, la capa superficial, debajo de eso aparece la rebelión, la acusación, la manipulación, las ansias de control, la mentira, la ira, la arrogancia, la “super espiritualidad”, el chisme, las críticas, los celos, la astucia, la maña y la falsa preocupación. 
Todo esto, lo sabemos, son ingredientes vitales para un demonio de hechicería, que es en definitiva lo que mueve a cualquier Jezabel activa. 
Apocalipsis 2: 20-23: Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí yo la arrojo en la cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. 
 En el Antiguo Pacto, Jezabel era una mujer que vivía y respiraba; pero en el Nuevo Pacto es un espíritu. De la misma manera que Babilonia en el Antiguo Testamento era un lugar geográfico y físico definido, en el Nuevo Testamento, Babilonia es un espíritu que hoy inunda nuestras congregaciones desparramando confusión, materialismo, humanismo, corrupción y religiosidad ritual. 
Tenemos que aprender a leer la Biblia. Muchas veces, lo que es definido, específico, singular y local en el Antiguo Testamento, es comunitario, ilimitado y espiritual en el Nuevo. Esto es muy importante saberlo, ya que al tratar con Jezabel, se está tratando con un espíritu y no con un ser de carne y hueso. Oremos por ellos, y recordemos que nuestro Señor dijo: Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario