¡ Qué dulce es tu nombre oh, Jesús !
eterno será el gozo en tu mansión,
moradas de gran júbilo
y de plena luz,
allá no habrá más tribulación;
por tu misericordia hazme
conocer
tu voluntad para florecer,
conforme a tu promesa
se que has de volver,
por tanto no me dejes caer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario